Cuando dos personas han tomado la decisión de ponerle fin a su matrimonio, lo más recomendable es llamar a los abogados divorcio burgos para conocer cuáles son las oportunidades de que la situación no se convierta en una batalla legal. A este escenario hay que darle mayor importancia, sobre todo, si hay niños de por medio que van a sufrir las consecuencias de la determinación de sus padres.
El divorcio se define como la disolución absoluta del vínculo matrimonial, abriendo el espacio para que los cónyuges puedan contraer matrimonio de nuevo por la vía civil. Ahora bien, para que esto suceda, debe haber pasado, por lo menos, un lapso de tres meses tras haber contraído el compromiso.
Este procedimiento legal, tiene como principal implicación la pérdida de los derechos y deberes que nacen al momento de unirse en matrimonio, como por ejemplo, los derechos sucesorios, deber de ayuda y fidelidad, pensiones por viudedad, obligación de la prestación de alimentos, entre otros que contemplan las leyes.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que estas condiciones no anulan las responsabilidades que tienen los padres hacia sus hijos, porque el lazo que hay entre ambas partes no viene dado por un documento, sino por la relación consanguínea que existe. Este es el punto que, por lo general, trae más discordancias pero con la ayuda de un experto se puede llegar a un acuerdo.
Básicamente, existen dos tipos de divorcio: el primero, llamado de común acuerdo que se lleva a cabo mediante un proceso bastante sencillo y ágil; y el contencioso, que surge cuando las partes no logran llegar a un consenso y es el Juzgado quien establece la patria potestad, la guarda y custodia, etc.
Las separaciones no son fáciles para nadie, en especial, para los niños. Por esta razón, contar con la ayuda de un profesional en el área, es lo más aconsejable para cada miembro de la familia.
