La descarbonización es un proceso fundamental que implica la reducción de las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Para lograr esto, es crucial promover el uso de energías renovables, las cuales provienen de fuentes naturales que se pueden regenerar de manera constante, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica. Estas energías son clave para mitigar el cambio climático y lograr un futuro más sostenible, ya que su uso no genera emisiones de carbono ni contribuye al calentamiento global. La transición hacia un sistema energético basado en fuentes renovables es fundamental para alcanzar la descarbonización y garantizar la salud del planeta para las generaciones futuras.
Hoy en día, el mundo enfrenta graves problemas derivados del calentamiento global, principalmente debido a las prácticas insostenibles en la producción de energía. Por tanto, es urgente tomar medidas que favorezcan al medio ambiente, como la descarbonización.
La descarbonización es el proceso de reducir a cero las emisiones de carbono en la atmósfera, provenientes principalmente de la quema de combustibles fósiles y de la actividad humana. Este proceso es fundamental para combatir el cambio climático, y según el Acuerdo de París, es necesario reducir las emisiones de carbono en un 45% para 2030 y lograr emisiones netas cero para 2050.
Para lograr la descarbonización, es crucial realizar una transición energética hacia fuentes de energía limpia y renovable, como la hidráulica, solar, eólica y geotérmica. Aunque en América Latina esta práctica no se promueve ampliamente, hay asociaciones, empresas y propuestas gubernamentales que están empezando a priorizar el cuidado del medio ambiente. En México, Sempra Infraestructura opera proyectos como Cimarrón y Parque Energía Sierra Juárez, que reducen las emisiones de gases contaminantes al utilizar energías limpias.