Hablar de mejorar la calidad de vida de una persona incluye muchos aspectos, mayor capacidad financiera, estabilidad laboral, unión familiar, excelencia en los servicios y derechos humanos básicos, alimentación balanceada, buen estado de salud físico y, por supuesto, estabilidad emocional. Este último hace referencia al autoestima, lo que significa sentirse bien con uno mismo, para ello la apariencia juega un papel fundamental. Para muchos ser calvo es depresivo y un trasplante capilar Barcelona puede ayudarles a mejorar su vida en general.
¿Cómo afecta la alopecia?
La pérdida de cabello en sí no es una enfermedad, sino una condición, por lo tanto, padecerla no es una anomalía o defecto, salvo algunos casos extraños en los cuales la caída del pelo está relacionada con afecciones de la piel o niveles de ansiedad elevados. El problema como tal es estético, para empezar la mayoría de los casos se presenta en adultos mayores, por lo que se tiene una relación con la vejez, es decir, ser calvo te hace ver de avanzada edad, además que te limita notablemente las posibilidades de peinados y cortes.
Efectividad de los resultados
Hoy en día hay excelentes tratamientos de injerto capilar, entre las técnicas más conocidas destacan la FUE y FUSS, ambas consisten en tomar folículos pilosos de una zona donante del mismo paciente, y ser trasladados a la zona afectada, los resultados sin dudas son la solución definitiva para eliminar la calvicie, lo cual te brinda nuevas oportunidades.
1.- Rejuvenecimiento: el simple hecho de tener cabello hace que la persona se sienta por lo menos 10 años más joven. En la mayoría de las experiencias ese es un comentario muy repetido, lo cual ratifica la efectividad del implante.
2.- Estética: el rostro de una persona puede llegar a cambiar por completo, creando un efecto que hace ver al individuo más delgado, estilizado e incluso elegante, se suavizan las facciones y armoniza los rasgos naturales, por ende se minimizan los defectos.
3.- Confianza: es el punto clave de todo, es cierto que verse bien no es todo, es más un sentimiento banal, pero hay que sincerarse y reconocer que si su apariencia no es adecuada se tiene tendencias a sentir inseguridad.